El buceo en las Islas Togian era uno de los objetivos del viaje a Indonesia, así que éste fue nuestro siguiente destino , después de Rantepao. Estas islas son un paraíso todavía libre del turismo masificado, con unos fondos marinos vírgenes y unos de los mejores corales del mundo. Sin duda alguna, teníamos que probar el buceo en las islas Togian.
Este archipiélago poco conocido y de difícil accesibilidad, lo forman un conjunto de 56 islas, en el golfo de Tomini. Situadas frente a la costa de la parte central de la isla de Sulawesi, son islas volcánicas cubiertas de selva tropical y rodeadas de arrecifes de coral. Estos corales son justamente el motivo que nos llevó hasta ellas. La posibilidad de bucear en una zona relativamente poco explotada y con los corales más grandes que jamás hayamos visto. Hay varias etnias distintas que habitan las islas y en total hay 37 pueblos.
Sin cobertura telefónica, apenas internet, y con limitación tanto de agua como de luz en la mayoría de los alojamientos, si lo que buscas es la comodidad tal y como la entendemos en Occidente, desde luego que éste, no es tu destino.
Es importante recordar que no hay cajeros automáticos, así que hay que asegurarse de llevar suficiente dinero en efectivo.
No todas las islas tienen alojamientos, es más, apenas hay una docena en total, así que, si tienes pensado ir en temporada alta, es mejor reservar con tiempo. La mayoría de ellos son bastante sencillos, simples cabañas de madera con poco más que la cama y un baño, pero una vez que has llegado hasta aquí no te querrás ir… ¡Bienvenido al Paraíso de la tranquilidad! ¡ Bienvenido al buceo en las Islas Togian!

Contenido
CÓMO LLEGAR A LAS ISLAS TOGIAN
Con mucha paciencia y sin ninguna prisa, ese es el resumen corto.
Hay dos vías de acceso a las islas Togian, por el sur desde Ampana y desde el norte, vía Gorontalo.
Desde Ampana
Ampana tiene su propio aeropuerto, pero a día de nuestro viaje (septiembre 2022), no operaba vuelos.
Los aeropuertos más «cercanos » son Luwuk y Palu y, una vez allí, hay varias opciones:
–Desde Luwuk a Ampana, el coche privado cuesta unos 800.000 IDR y tarda unas 4h 30 min. En minibús, 200.000 IDR/persona y 5 horas.
–Desde Palu a Ampana, coche privado por 1.000.000 IDR y 8 horas, minibús 200.000 IDR/persona y 9h 30 min., y avión, con la compañía Susi Air (+62)853.4007.7931), de 12 asientos, por 500.000 IDR/persona y una hora de vuelo.
Cuando fuimos nosotros, los vuelos aparecían y desaparecían de los buscadores, y por otros viajeros que conocimos y que habían comprado, supimos que también cancelaban sin avisar, así que no se si es bueno arriesgarse a intentar llegar de esta manera.
Hay otra opción si has estado antes visitando la región Toraja, y es la de hacer el trayecto en bus o coche privado desde Rantepao, que es lo que hicimos nosotros en dos días.
Una vez en Ampana, hay varios barcos y rutas para llegar a las islas:
- LANCHA RÁPIDA HÉRCULES
- Ruta Ampana-Bomba-Wakai: Todos los días a las 9:00 (cuando fuimos, era a las 10). Precio:160.000 IDR.
- Ruta Wakai- Bomba- Ampana: Todos los días a las 12:00.
- LANCHA RÁPIDA MANAKARA
- Ruta Ampana-Bomba-Wakai: Todos los días a las 12:00.
- Ruta Wakai- Bomba-Ampana: Todos los días a las 9:00 (salió a las 10 cuando estuvimos nosotros).
- LANCHA KM WAMBURABURA
- Ruta Ampana-Wakai-Kaputat-Malengue-Pulau Papan-Popolii-Dolong: Domingo, martes y jueves a las 10:00.
- Ruta Dolong- Popolii-Pulau Papan-Malengue-Kaputat-Wakai-Ampana: Lunes, miércoles y viernes. Horario a consultar siempre con los alojamientos.
Desde Gorontalo
Gorontalo es un ciudad importante que recibe vuelos diarios, ya sea desde Yakarta, Makasar o Manado. La mayoría de la gente que va a las islas desde aquí es porque viene de la zona norte de Sulawesi, (Manado, P.N. Tangkoko o Tomohon). Para llegar desde estas zonas a Gorontalo, la opción más barata es coger un bus durante unas 12 horas al precio de 300.000 IDR/persona o un coche privado, con una duración aproximada también de 12 horas y precio de 1.600.000 IDR. Cuando estuvimos nosotros había un vuelo semanal Manado /Gorontalo, pero lo mismo que desde otros destinos, aparecía y desaparecía de los buscadores.
Una vez en Gorontalo, aún queda llegar a Wakai:
FERRY TUNA TOMINI
- Ruta Gorontalo-Wakai: martes y viernes por las tardes (aprox salida 17:00).
- Ruta Wakai-Gorontalo: lunes y jueves por la tarde (aprox 18:30).
Estos trayectos duran unas 12 horas, aunque son bastante habituales los retrasos. Hay tres tipos de pasajes:
- Billete económico – 63.000 IDR. Acceso al sótano. Dormir en suelo con manta/toalla/esterilla, en la zona de abajo, donde se pone toda la carga y mercancía. Usada por los locales.
- Billete business – 85.000 IDR. Acceso a sala con aire acondicionado, con literas con colchonetas a dos niveles e incluso filas de asientos reclinables. Aconsejable subir en cuanto se pueda al barco, para elegir algún sitio donde corra un poco el aire.
- Camarote – 600.000 IDR. Camas, agua, electricidad, aire acondicionado. Son las habitaciones de la tripulación, que las alquila para conseguir un sobresueldo.
Nosotros, como íbamos desde Rantepao, lo que hicimos fue contratar de nuevo con Rober, nuestro conductor, un coche privado (3.000.000 IDR) que, en dos días, nos llevó hasta Ampana.
- El primer día salimos de Rantepao a las 6 de la mañana y, tras 11 horas de coche, incluidas dos paradas para comer y estirar las piernas, hicimos noche en el Siuri Cottages, frente al lago Poso. No hay muchos alojamientos por la zona, así que, si vas en temporada alta, mejor reservar ( booking). Cabe decir que tras la cena, cuando íbamos con uno de los empleados del alojamiento a buscar Tarsius, empezó a caer el diluvio universal y se fue la luz para el resto de la noche. Una pena, pero menos mal que días mas tarde conseguimos verlos en el Parque Nacional Tangkoko, al norte de Sulawesi.
- La segunda jornada para llegar a Ampana comenzó a las 3 de la madrugada, y tras casi 5 horas llegamos a la ciudad.
En el puerto de Ampana, habíamos quedado a las 9 con Adnan ( +62.852.4210.8719), un contacto que nos habían pasado y que nos había conseguido los billetes para ir a Wakai, el principal puerto de las Togian, en el Speedboat (160.000 IDR Speedboat por persona+ 20.000 IDR por sus servicios).
En el puerto de Ampana hay que pagar la tasa del Parque Nacional, válida por un mes y que son 150.000 IDR. Te toman los datos, apuntan los alojamientos donde se va a estar y la fecha de partida.
El speedboat tiene una capacidad de alrededor de 20 personas. Si sabes las fechas exactas, es mejor intentarlo reservar con tiempo, porque las plazas se llenan enseguida. Desde Ampana, éramos los únicos turistas, el resto eran locales. Una vez que salimos del puerto, hizo un par de paradas para dejar y coger otros pasajeros, pero tras dos horas, llegamos a Wakai. La gente que se queda sin plaza en el barco rápido puede comprar pasaje en otro que sale a la misma hora, pero bastante más lento.

Una vez en Wakai, en el mismo puerto, hay barcas/taxis que esperan la llegada de los turistas para ofrecerles sus servicios, aunque si ya se tiene alojamiento reservado, lo normal es haber contratado con ellos el transporte hasta la isla correspondiente. Eso es lo que habíamos hecho nosotros. Nos Íbamos a quedar los primeros días en UNA UNA, donde comenzaría nuestra aventura de buceo en las Islas Togian.
UNA UNA
Una Una es la isla más remota del archipiélago de las Togian. De unos 10 kms de longitud, esta isla volcánica de apenas 500 habitantes vive principalmente de la exportación del coco. La Bahía Tomini, donde están todas las islas, se dice que es la más tranquila del mundo y damos fe de ello porque el agua parecía un plato todos los días.
Debido a su lejanía y, de momento, poca explotación, sus corales están prácticamente vírgenes, con excelentes puntos de buceo, sobre todo en el lado este, muy cerca de los dos resorts que hoy por hoy, existen en la isla. Sin duda EL PUNTO imprescindible de buceo en las islas Togian.
Cómo llegar a Una Una
Una Una es la isla mas alejada de las Togien, y tiene alguna opción diferente al resto para llegar:
-Barca privada, como la que contratamos a través del alojamiento, que nos recogió directamente en el puerto de Wakai y que nos llevó hasta el resort en unas dos horas. El precio varia en función de la rapidez, entre 600.000 y 800.000 IDR entre todos los pasajeros.

-Barcas privadas para compartir con mas pasajeros, directamente desde Ampana y cuyo precio varía en función del número de personas y velocidad:
- Máximo 8 personas/ duración 4 horas, 3,5 millones de IDR
- Máximo 10 personas /duración 3 h 30 min, 4 millones de IDR
- Máximo 17 personas/duración 1h 40 min, 6 millones de IDR
-Desde Gorontalo:
- Ferry nocturno a Wakai (12 horas, 63.000 IDR) y desde allí a Una Una en barca privada.
- Ir hasta Marisa por carretera, 2 horas, y desde allí tomar una lancha rápida privada ( Máximo 8 personas/ 3 horas, 6 millones IDR o Máximo 15 personas / 1h 30 min, 9 millones de IDR).
- Cada 9 días hay un barco que va directamente desde Gorontalo a Una Una, que sale entre las ocho y las diez de la noche y que llega a la isla la mañana siguiente entre las ocho y las diez. Su precio es muy bajo, unos 18.000 IDR.
CONTACTO LOCAL EN GORONTALO : ARDI : (+62). 852.1107.2098
Él nos consiguió la cabina privada en el ferry Wakai /Gorontalo, así como el coche para después ir a Manado.
Dónde alojarse en Una Una
Actualmente hay dos resorts en la isla, uno al lado del otro. Elegimos el Pristine Paradise , porque nos pareció, al ser más pequeño que el otro, más acogedor y tranquilo. Tiene centro de buceo propio. El otro es el Sanctum Una Una Eco Dive Resort.

La verdad es que estuvimos 5 noches y nos fue genial. Umar, que era el que gestionaba todo y el que hizo las veces de guía en las inmersiones, facilitaba mucho las cosas y para cualquier pregunta o ayuda que necesitáramos, estaba siempre dispuesto.

Nos alojamos en una de las 8 cabañas que tiene el complejo y pasamos los días entre el buceo, el snorkel, la hamaca de la habitación o el muelle, y disfrutando de cualquiera de las 3 comidas que estaban incluidas en el precio.
Cabe decir, que la mujer de Umar, en un par de ocasiones, nos hizo unos aperitivos a base de banana o papaya cuando fuimos cerca de su casa a «conseguir» wifi. En esta isla las tarjetas telefónicas no funcionan, e internet, sólo había en casa de Umar, así que de vez en cuando, nos acercábamos hasta allí, para informar a la familia de que todo había ido bien con los buceos y para ponernos en contacto con los siguientes alojamientos.

Las comidas tienen horarios fijos, así que todos los huéspedes compartíamos una enorme mesa en la que nos juntábamos. Era muy variada y a nosotros nos encantó. Esos ratos eran una buena forma de interactuar con todo el mundo y donde intercambiar información sobre otros destinos.

Luz solo hay desde que anochece hasta las once o poco más de la noche, así que hay que aprovechar esas horas para recargar todos los aparatos electrónicos.

Qué hacer en Una Una
¿Qué hacer en Una Una? respuesta muy fácil. Pasar días de relax, playa, snorkel y, sobre todo, mucho buceo. El buceo en las Islas Togian todavía no es una actividad masificada, por lo que los fondos permanecen vírgenes, así que merece mucho la pena.

Una Una está dentro del denominado como triángulo de coral, un área que contiene el 76% de todos los corales conocidos del mundo y el 37 % de todos los peces de arrecife.
Debido a su situación y, hasta el momento, poca explotación, la isla cuenta con una gran biodiversidad marina, en la que destacan sus enormes formaciones de coral y esponjas, los más grandes que jamás hayamos visto, y una excelente visibilidad. El buceo en las Islas Togian estaba siendo toda una sorpresa.

Hay unos 35 puntos de buceo, en la zona este de la isla, la mayoría a menos de 10 minutos del resort y que ofrecen muchas alternativas : buceo en pared, arrecifes, pináculos, lodo… Cabe destacar también, el tamaño un poco mayor que en otras localizaciones, de los peces, puede ser debido al poco impacto de la pesca por parte de los lugareños (pesca con caña a pequeña escala, solo para alimentación).
Son habitantes habituales de estas aguas, los napoleones, fusileros, pargos, peces loro, atunes, jureles, barracudas, delfines, tortugas, mantas águila y un sinfín de especies más. Visitantes menos comunes son el tiburón ballena y las mantas raya.
Hicimos 9 inmersiones y lo que destacamos y de lo quedamos gratamente sorprendidos fue del enorme tamaño de los corales y esponjas, sencillamente impresionantes, así como de su excelente conservación. La cantidad de vida marina, al contrario, nos pareció mas bien escasa, excepto en algún punto en concreto.
Los puntos de buceo en las Islas Togian que más nos gustaron fueron en esta isla y fueron el Pinnacle 1, Wall-E y Apollo, con su escuela de barracudas, eso sí, con bastante corriente.
Justo frente al resort hay un arrecife de coral, así que aprovechamos alguna tarde para hacer snorkel.
Otra excursión interesante que se puede hacer aquí es subir hasta el volcán Colo, en una caminata que durará un día entero y que te llevará a descubrir cómo es un volcán activo. La última erupción fue en 1983 y hubo que desalojar toda la isla.

En definitiva, una tranquila isla donde pasamos unos bonitos días.

En las Togian no hay cajeros automáticos, así que el pago de los alojamientos tiene que ser en efectivo o mediante la aplicación Wise. En nuestro caso, parte lo habíamos pagado por adelantado desde España al hacer la reserva. El resto queríamos pagarlo por Wise al terminar la estancia allí, pero no nos funcionó, así que terminamos pagando en efectivo.
La reserva de la cabaña la hicimos directamente con el propietario del hotel, que nos hizo un pack de alojamiento + buceos + traslados. Salía bastante más económico que con cualquier plataforma.
Para poder seguir haciendo buceo en las Islas Togian, planificamos ir a otra isla.
KADIDIRI
Kadidiri fue nuestra segunda isla en las Togian. Allí pasamos allí 5 maravillosos días de relax, sol y snorkel el la preciosa cala donde está ubicado el Harmony Bay.
Cómo llegar a Kadidiri
Llegamos allí desde Una Una, con la misma barca privada, en casi 2 horas. Si se va desde Wakai, los alojamientos se encargan de ir a recogerte al puerto, en un trayecto de apenas media hora.
Dónde alojarse en Kadidiri
Esta isla tiene varias opciones de alojamiento, como el Kadidiri Paradise, Lestari Kadidiri y el Black Marlin Dive Resort . Comparten la misma playa, aunque no se tarda ni cinco minutos en recorrerla toda de un extremo al otro. Todos organizan excursiones y, cuando hay poco turismo, forman grupos con gente de todos ellos.
Nosotros elegimos otro alojamiento, el Harmony Bay, un complejo de muy pocas cabañas con su propia playa privada en una bahía. Realmente preciosa la ubicación.

Elegimos un bungalow frente a la playa, con una habitación y baño occidental muy bien de tamaño y con una amplia terraza con dos hamacas en las que pasamos tardes enteras.

Las comidas están incluidas en el precio. El almuerzo y cena tienen horarios fijos, así que, de nuevo, coincidíamos todos los huéspedes. A media tarde, preparaban y llevaban a las cabañas, un pequeño refrigerio.
La luz sólo estaba disponible a partir de las cinco de la tarde, hasta la medianoche aproximadamente. Si algún día hacían colada, también alguna hora por la mañana.
Qué hacer en Kadidiri
A escasos metros de la playa, hay un arrecife de coral en el que pasamos horas y horas haciendo snorkel y «persiguiendo» nemos. Incluso vimos un pequeño tiburón. La marea llegaba a bajar bastante, y a veces era difícil hacer snorkel sorteando los corales para no tocarlos ni hacernos daño.


El alojamiento tiene centro de buceo, aunque como veníamos de Una Una, donde están las mejores inmersiones de las Togian, yo decidí no hacer más. Solo Jesús salió a bucear un día desde aquí y le gustó más Una Una.
El buceo en las Islas Togian también permite sumergirse frente a un barco hundido. Hay una inmersión interesante, que no hicimos, la del B-24 Liberator Bomber Wreck, un bombardero de la segunda Guerra Mundial. Coincidimos con varios buceadores que la habían hecho y todos nos dijeron que la visibilidad era muy mala. Decidimos no arriesgarnos.
El alojamiento nos organizó una excursión de un día para ir hasta Malengue y conocer el poblado de los Bajau, los Gypsie Sea,. Son los últimos nómadas del mar que existen. Han «mutado» para poder descender en el mar a gran profundidad y aguantar varios minutos sin ningún problema. Antaño vivían en sus barcas, y se movían de un lado a otro por las aguas del sudeste asiático buscando las mejores condiciones para conseguir su modo de vida, los peces, y bajando a tierra en muy pocas ocasiones. Actualmente, algunos grupos se han visto obligados a establecerse en tierra firme, pero para no perder su conexión con el mar, viven en casas construidas sobre pilotes en el agua.


Puente de Pulau Papan


Los lugareños ponían pescado al sol.
A la vuelta, paramos en un par de sitios para hacer snorkel. Una de las playas estaba completamente llena de basura, una auténtica pena porque era preciosa.
Como último destino del día, fuimos hasta el Jelly Fish, una laguna con medusas rosas que han perdido su capacidad urticante. Esto se debe a la falta de depredadores durante milenios. Es muy curiosa la sensación de bañarse junto a ellas y tocarlas.

Al principio da un poco de respeto, porque durante toda tu vida, las medusas han sido «malas» y el instinto te dice que tienes que apartarte de ellas, pero tras unos minutos, te encuentras nadando cómodamente en la laguna, notando el roce de alguna de ellas de vez en cuando. También es cierto, que alguna que otra vez, al notarlas, soltabas una sacudida en las piernas para intentar apartarlas, ¡Cosas del subconsciente!.

Como a la mayor parte de los sitios en las Togian, a la Jellyfish se llega en barca, en un corto trayecto de apenas media hora desde Kadidiri. Unas plataformas permiten entrar sin ningún problema en el agua. Hoy en día, el pase a la laguna es gratis.
Una de las mañanas, cogimos uno de los kayak del alojamiento y nos fuimos, en un trayecto de apenas un cuarto de hora, hasta la playa de los otros hoteles. Allí conocimos a una pareja vasca con la que luego coincidiríamos un par de veces más.
Otra actividad que se puede hacer en Kadidiri, es una excursión nocturna para ver los cangrejos de los cocoteros, que sólo se pueden encontrar en esta isla y que pueden llegar a pesar hasta 5 kilos ¡Imaginaos que pinzas tienen!.
Por las tardes, también aprovechábamos para hacer de nuevo snorkel, leer un poco en las hamacas de la cabaña y para disfrutar de los anocheceres, que eran una preciosidad, ya que el cielo se teñía de rojos y anaranjados todas las tardes.


Pasamos unos días de completo relax, incluido el de mi cumpleaños, con tarta de chocolate sorpresa como postre para la cena.
Por supuesto, no hay nada de cobertura telefónica. El único wifi que se podía conseguir, era usando el kayak hasta salir de la bahía y dirigiendo el móvil dirección Wakai. Fue una curiosa manera de recibir las felicitaciones cumpleañeras, las cuales contesté un día después.
Costaba marcharse, pero tocaba continuar camino. El buceo en las Islas Togian nos había gustado mucho, esperamos que sigan siendo un paraíso tranquilo como hasta ahora.

Nuestro siguiente destino era Manado, ya que queríamos bucear en Bunaken y teníamos que renovar el visado. Para llegar hasta allí, cogimos el ferry Wakai/ Gorontalo.

Como ya explicamos más arriba, existen varios tipos de pasajes en el barco. Elegimos dormir en un camarote, que conseguimos unos días antes a través de Ardi, (+62). 852.1107.2098 que, vía wasap, nos dijo el nombre del tripulante al que debíamos pagar. También tuvimos que pagar el pasaje básico. Las camas eran cómodas, teníamos aire acondicionado, un lavabo y el equipaje a buen recaudo. Disponíamos de la llave de la puerta, que manteníamos cerrada cuando estábamos fuera.

Loa baños del ferry son comunes, de suelo, y casi es preferible no tener que usarlos, debido al mal estado en el que se encuentran, o al menos, ir lo más pronto posible para que todavía no haya ido mucha gente.
En esta travesía nocturna, coincidimos de nuevo con la pareja vasca a la que habíamos conocido en Kadidiri, con los que nos echamos unas cuantas risas y con los que compartimos cena, unos «ricos» Pop Mie. Los compramos en el mismo barco, en un pequeño puestecito que había en la cubierta superior, muy cerca de los camarotes. Se vendían cosas muy básicas, pero al menos, pudimos cenar.


Salimos sobre las seis de la tarde y, tras doce horas de travesía, llegamos al puerto de Gorontalo, donde comenzaría una nueva etapa del viaje. Ahora tocaba llegar hasta Manado, para bucear en Bunaken e ir al P.N Tangoko.