El lago Nakuru es uno de los más bonitos del Gran Rift Valley. A nivel paisajístico, es fantástico.
Nakuru es un santuario de rinocerontes blancos y flamencos rosas que alberga gran cantidad de animales, incluidos leones, leopardos y más de 400 tipos de aves. Si tienes suerte, también podrás ver al rinoceronte negro, en peligro de extinción y bastante difícil de encontrar.

Paso del Ecuador
De camino a Nakuru pasarás por la línea del Ecuador, donde, probablemente, pares a estirar las piernas y a hacerte la típica foto tonta delante del cartel que señala el punto geográfico y donde te expliquen el famoso efecto Coriolis.

Cascada de Thompson
La segunda parada antes de llegar al lago es en la cascada de Thompson, descubierta por el naturalista escocés Joseph Thomson. Situadas en el río Ewaso Ng’iro, tienen una caída de 74 m de altura.

Aquí podrás hacerte, si quieres, fotos con personas disfrazadas de Masai o bajar hasta el fondo del cañón, para tener otra perspectiva de la cascada. Nosotros aprovechamos para estirar un poquito las piernas y disfrutar de las vistas antes de continuar hacia el lago Nakuru. Aguas arriba de las cataratas, están algunas de las mayores piscinas de hipopótamos de Kenia
Al medio día llegamos a nuestro alojamiento en el lago Nakuru, el Flamingo Hill Tented Camp, donde nos esperaba una suculenta comida. Si vas por tu cuenta, puedes reservar alojamiento a través de booking.
Safari por el lago Nakuru
Después de descansar de la comida, nos esperaba nuestro safari vespertino por el lago. En nuestro caso, habíamos elegido pasar una sola noche aquí y creemos que es suficiente para hacerte una buena idea de lo que puede ofrecer el parque. Otra alternativa es hacer también safari matutino y dar la vuelta completa al lago.
Nada más acceder al parque nos cruzamos con una hiena que paseaba solitaria por el camino. Hay que decir que ni se inmutó con nuestra presencia.

A continuación, nos cruzamos con un pequeño grupo de cebras, diferentes a las que habíamos visto en Samburu anteriormente.

Poco a poco nos fuimos acercando a la orilla del lago y, de camino, empezamos a encontrar nuestros primeros rinocerontes blancos.

En Nakuru la población de rinocerontes, sobre todo los blancos, es muy elevada, lo que te permite poder ver bastantes ejemplares.

Nakuru es un parque muy accesible desde Nairobi, lo que hace que el número de visitantes sea más elevado que en Samburu. Aquí si pudimos ver más Jeeps por el camino.

Junto a la orilla del lago se pueden ver grupos de flamencos rosas, menos numerosos que antes ya que la salinidad del lago está cambiando y cada vez hay menos de ellos.

Junto a la orilla también se pueden ver multitud de otras aves, no hay que olvidar que el parque alberga más de 400 especies.
En las praderas que rodean el lago se pueden ver también grandes búfalos de agua, que conviven tranquilamente junto a rinocerontes y antílopes.

Siguiendo nuestra ruta, encontramos a este pequeñín, que se había alejado del resto de su grupo. Por suerte, aunque en el parque también se pueden ver leones y otros grandes carnívoros, logró volver sano y salvo junto a su madre.

Después de pasar un buen rato cerca de la orilla del lago decidimos volver a la zona interior para ver si podíamos localizar a alguno de los esquivos rinocerontes negros y, de camino, encontramos un grupo de monos. A pesar de que a mí no me hacen mucha gracia, ¿quién puede resistirse a semejante monada?

El momento gracioso llegó cuando dos de ellos decidieron dar rienda suelta al amor.

Finalmente, y cuando todo hacía pensar que no encontraríamos ninguno, apareció nuestro buscado rinoceronte negro y menudo pedazo de ejemplar. Tristemente pudimos disfrutarlo muy poco ya que igual que apareció, desapareció. Aun así, fueron cinco minutos disfrutando de uno de los animales más amenazados de África.

En general el parque nos gustó bastante, además, es un lugar espectacular para ver rinocerontes y aves. Sin duda alguna merece la pena parar aquí, al menos una noche.

El viaje ya iba por su ecuador, y aún nos quedaba por conocer el Masái Mara.