Nociones básicas sobre la cultura Rapa Nui

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La cultura Rapa Nui es una de las más ricas y misteriosas de toda la Polinesia, incluso del mundo. No son pocas las preguntas que aún a día de hoy, nos hacemos sobre esta enigmática isla.

Vamos a explicar un poco una serie de conceptos básicos para entender mejor la historia de la enigmática y misteriosa Isla de Pascua.

Toponimia

El nombre tradicional de la isla es Rapa Nui, que significa «Rapa Grande», en el idioma de los navegantes tahitianos que la visitaban en el siglo XIX. Se lo pusieron por el gran parecido con Rapa ( o Rapa Iti), una isla de la Polinesia Francesa. En su idioma autóctono, la isla antes era conocida como Te Pito o Te Henua (el Ombligo de la tierra).

Por su parte, el nombre de isla de Pascua fue dado por el navegante holandés Jakob Roggeveen, que la descubrió el día de la Pascua de Resurrección del año 1722. Con este nombre y sus traducciones, es como se conoce actualmente a la isla. En el 2018 hubo un intento por parte del presidente chileno para cambiar la denominación a Isla de Pascua-Rapa Nui, pero finalmente no fue ratificado por la Cámara de los Diputados.

Historia de la Isla de Pascua

Según la tradición oral, el pueblo rapanui habría llegado procedente de la mítica isla Hiva, guiados por su rey Hotu Matu’a. Según estudios la mítica Hiva se correspondería a Rapa Iti, en las Islas Marquesas. De ahí podrían proceder todos los ancestros de los nativos de Isla de Pascua.

La sociedad rapanui se dividía en clanes, cada uno de las cuales ocupaba una zona diferente, siempre con una franja de costa. Casi toda la población vivía en el interior, junto a las zonas de cultivo. En la costa es donde estaban los centros religiosos, políticos y ceremoniales y adoraban a sus ancestros, representados por los moais. Lo que sigue siendo una incógnita es como se realizó la construcción y desplazamiento de los mismos.

Se calcula que la población de la isla llegó a ser de unas 10 000 personas, lo que provocó una crisis de sobrepoblación entre los siglos XV y XVIII. Esto produjo guerras entre los clanes, dando lugar a la destrucción de algunos altares ceremoniales y al abandono de la cantera donde se tallaban los moais. A su vez, se produjo una deforestación de la isla debido a la explotación de los recursos naturales. Si no había madera, tampoco se podían construir canoas con las que poder pescar, dando lugar a una lucha entre clanes que poco a poco supuso la decadencia de la cultura Rapa Nui.

En esa época se inició una de las tradiciones más conocidas, la del Tangata Manu (‘hombre-pájaro’), en que los representantes de diferentes clanes competían para ser el primero en volver del islote Motu Nui con un huevo de manutara (el gaviotín pascuence), para el jefe de su clan y así convertirlo en «hombre pájaro» por un año, y darle al clan una posición preeminente durante ese periodo.

Durante el siglo XVII, varias embarcaciones pasaron cerca de Isla de Pascua. El capitán británico Davis, logró divisarla de lejos, pero no pudo acercarse. Aún así, a la vuelta de su viaje, indicó su posición y durante mucho tiempo se le conoció como «tierra Davis». Varias expediciones trataron de encontrarla, pero les fue imposible. No fue hasta abril de 1722, cuando Jakob Roggeveen dio de nuevo con la isla, a la que llamaron Isla de Pascua, por ser el día de la Pascua de Resurrección, el del descubrimiento.

Después de ese primer encuentro de Roggeveen, la isla fue visitada por varios navegantes más a lo largo de los años, como el español González, el británico capitán Cook o el francés Conde Le Pérouse.

Sin embargo, no fue hasta principios del siglo XIX cuando cambió la estrategia de los europeos, ya que decidieron secuestrar isleños y venderlos como esclavos. Entre 1862-1863, unos 1500 pascuences fueron llevados en barcos. Sólo unos pocos consiguieron volver a la isla tras ser liberados. Mientras, el extermino de la clase sacerdotal, provocó la pérdida del rongo rongo, el idioma escrito de la isla de Pascua y que permanece indescifrable. Otras expediciones trajeron enfermedades que diezmarían a la población (tuberculosis, viruela…). Si a todo esto sumamos que, unos 250 pobladores partirían en barcos con misioneros hacía Tahití, se redujo la población a 110 rapanuis en 1877.

Unos años después, cuando la población era aún menor, el Gobierno Chileno «compró» la isla. Según los rapanuis no fue así porque la tierra no se pude vender. Para ellos, es como si hubiera pasado a ser un protectorado. Para seguir con su desgracia, la Compañía Explotadora de Isla de Pascua, se hizo con su concesión. Explotaría tanto a la isla como a los habitantes, hasta 1933. A partir de ese momento sería el Gobierno de Chile quién administraría las tierras.

En 1951 se consiguió el primer vuelo que unió Chile continental con isla de Pascua. En 1965 se creó el aeropuerto internacional. Hasta 1966 en la escuela sólo se enseñaba español. La televisión llegó en 1975. Poco a poco se iban consiguiendo mejoras en las condiciones de vida en la isla.

Finalmente, las tierras de la isla se comenzaron a administrar por isleños al final del siglo XX. El Consejo de Ancianos de Rapa Nui, fue considerado válido para consultas legales.

Desde 2007, tanto la Isla de Pascua como el archipiélago Juan Fernández, tienen la consideración de territorio especial.

Unesco declaró a la isla, Patrimonio de la Humanidad en 1995.

Moais, las representaciones más conocidas de la cultura Rapa Nui
Moais, las representaciones más conocidas de la cultura Rapa Nui

Idioma Rapa Nui

Una parte muy importante de cualquier «pueblo» es su idioma, y en la cultura Rapa Nui, no iba a ser menos.

Tanto el idioma Rapa Nui como el español, son oficiales en la isla. Los isleños son bilingües y se manejan, en su gran mayoría, muy bien con los dos idiomas.

Pero esto no siempre ha sido así, y llegó un momento en que se creía que el idioma nativo se perdería.

El idioma Rapa Nui viene desde los primeros pobladores de la isla, y tiene muchas similitudes con otros idiomas de la Polinesia. Su gran parecido parece corroborar la teoría sobre de donde procedían los primeros isleños. Con el tiempo, el idioma fue modificándose poco a poco, dando lugar a un idioma único.

Este peculiar idioma consta de las 5 vocales (a, e, i, o, u), y de 10 consonantes (h, k, m, n, o, p, r, t, U, v).

La influencia de culturas extranjeras (española, francesa e inglesa, sobre todo), hizo que, el idioma se mezclara y adoptara nuevas palabras. La llegada de la televisión, los turistas y el poco uso que se hacía de la lengua rapa nui, hizo que desde mediados del siglo pasado hasta no hace muchos años, la crisis idiomática se acentuara.

Gracias al Gobierno y a organizaciones internacionales, se iniciaron proyectos para preservar el idioma y aumentar su presencia en la vida cotidiana. Entre ellas, establecer el Rapa Nui como idioma oficial de la isla y enseñar tanto el Rapa Nui como el español, en las escuelas.

Todo esto ha hecho que el idioma nativo se haya ido recuperando poco a poco y a día de hoy forma parte de la vida cotidiana de los isleños.

Escritura Rongo Rongo

El Rongo Rongo es la escritura oficial de los primeros pobladores de isla de Pascua. Consiste en una serie de signos y símbolos, hechos sobre madera. Estos signos se denominan glifos.

El nombre completo y original de este sistema de escritura, es Kohau Rongo Rongo, en donde Kohau es «madera» y Rongo Rongo «gran mensaje«. Por tanto, su traducción en español sería, «las tablillas o maderas del gran mensaje«.

No hay certeza de cómo surgió, porque casi toda la historia de la cultura Rapa Nui se ha perdido. Se cree que la primera persona que llegó a la isla, el rey Hotu Matu’a, trajo consigo 67 tablillas donde estaban las 67 leyes de su pueblo. Contenían enseñanzas básicas de astronomía, navegación, caza, etc. Estas tablillas sirvieron como base a la escritura Rongo Rongo. Es imposible saber si es cierta o no esta leyenda, puesto que no hay ninguna escritura parecida en toda la Polinesia.

Por desgracia, no se ha podido descifrar esta escritura, puesto que toda la gente que la conocía fue asesinada en las guerras entre clanes o capturados como esclavos. Actualmente, sólo existen 27 tablillas originales, ninguna en Isla de Pascua, ya que permanecen repartidas por todo el mundo. Quedan tan pocas porque fueron destruidas durante las guerras internas o quemadas por los misioneros cristianos. Otras fueron vendidas o intercambiadas entre los pobladores y los europeos.

La madera utilizada era madera de toromino (árbol de la zona). La talla se realizaba con diente de tiburón o piedra obsidiana (roca volcánica). Se hacía por ambas caras y sin espacios vacíos ni separaciones entre los símbolos.

Los símbolos parecen representar a seres antropomórficos en diferentes posturas, espíritus, flora, cuerpos celestes o herramientas. Debido a esta simbología se piensa que no es una escritura fonética sino más bien simbólica. Una cosa sí está clara, y es que, a medida que se va leyendo, hay que ir girando la tablilla. Este sistema de lectura, se llama bustrofedón inverso y consiste en escribir una línea en dirección normal (de izquierda a derecha) y la siguiente dada vuelta (de cabeza y de derecha a izquierda). 

Sin ninguna duda, es una verdadera pena que esta parte tan importante de la cultura Rapa Nui se haya perdido.

Nociones básicas sobre la cultura de Rapa Nui

Moai

Para comprender un poco mejor la cultura de Rapa Nui, se hace imprescindible conocer el significado de alguno de sus elementos/tradiciones más importantes y representativas.

Gigantescas estatuas talladas en piedra por los antiguos habitantes de Isla de Pascua y que representan a sus antepasados. En su idioma rapanui, los Moai se llaman Moai Aringa Ora, que significa «el rostro vivo de nuestros ancestros«. Se construyeron para recordar y preservar la energía de sus familiares muertos, ya que creían que los muertos tenían una energía, «mana» que protegía a la tribu. Los moais canalizaban ese maná y lo traían a la tierra. Se cree que el arte de esculpir la piedra lo trajeron los pobladores polinésicos cuando arribaron a la isla.

Moais, cultura Rapa Nui
Moais, cultura Rapa Nui

Al principio, se construyeron con 3 distintas piedras volcánicas (escoria roja, basalto y traquita), pero más adelante se descubrió la toba lapilli del volcán Rano Raraku.

En la actualidad se han contabilizado unos 900 moais, entre los que también se encuentran los que no se terminaron o los que sufrieron deterioro. De todos, unos 400 están en la base del Rano Raraku. Otros 280, están en los ahu. El resto, se encuentran esparcidos por toda la isla, muchos de ellos abandonados.

Sobre la construcción de los moais, hablaremos más adelante.

Ahu

Son plataformas rectangulares, hechas de piedra, en las que se levantaron algunos de los moais más importantes de la isla. Las piedras se iban encajando unas sobre otras, hasta conseguir la forma rectangular deseada.

Los ahu se construían cuando moría un líder o un miembro importante de la comunidad. Se hacían estas bases ceremoniales para enterrarlos bajo las rocas, y luego levantaban uno o más moais, dependiendo del número de personas enterradas. Así, el maná se canalizaría en el moai y eso ayudaría a toda la comunidad.

Moais, cultura Rapa Nui
Moais, cultura Rapa Nui

El fallecido no era enterrado directamente bajo las rocas, todo tenía su proceso. Primero, el cuerpo era envuelto con fibras y plantas de la zona. Después, frente al ahu ya construido, se levantaba el cuerpo sobre una vara, permaneciendo así dos años. Cuando el cuerpo ya estaba descompuesto, se quitaban los restos de carne y se enterraban los huesos en la plataforma.

Muchos de los ahu fueron construidos alineados con el punto donde sale el sol en primavera y otoño, por lo que así sabían del cambio de estaciones.

Pukao

Es la especie de gorro de color rojizo, que llevan alrededor de 60 moais en la isla de Pascua. El material con el que se hicieron es escoria roja, sacado del volcán Puna Pau. De forma cilíndrica, tienen un agujero en la base para encajarlos en la cabeza de los moais.

Hay dos teorías acerca de que representan estos «gorros». Una dice que simboliza el peinado de los nativos y la otra, que simboliza un tipo de sombrero ceremonial que se usaba en los rituales religiosos.

Como dato curioso, los pukaos tienen símbolos en idioma rapanui, pero están en muy mal estado o se han borrado. Algunas representan las batallas ganadas y otros, elementos de la cultura de la isla, como canoas, o instrumentos para labrar la tierra.

Los pukaos no se empezaron a colocar desde el comienzo de la construcción de los moais, sino siglos después, durante el periodo de guerra entre clanes. En esta época, se destruían los moais de los rivales. Como señal de victoria y poder, empezaron a fabricar los pukaos. Una vez terminadas las guerras, la tradición de los pukaos continuó, y se colocaron en las estatuas más importantes.

Un gran enigma sigue siendo como se trasladaron, aunque se piensa que fue rodando. La incógnita principal sigue siendo, como se colocaron encima de los moais. El tamaño y el peso debieron suponer todo un desafío en aquellos años. Si que se cree que se usaron rampas de piedra.

Motus

Como ya sabemos, la Isla de Pascua es de origen volcánico. Los movimientos telúricos submarinos dieron lugar a volcanes más pequeños, cuya lava fue el origen de una serie de islotes alrededor de Rapa Nui. Estas pequeñas islas se llaman motus, que en idioma rapanui significa «isla».

Situados en el extremo sudoeste de la isla, frente a la aldea Ceremonial de Orongo, encontramos Motu Nui, Motu Iti y Motu Kao Kao.

En el primero de ellos es donde se desarrollaba una parte importante de la ceremonia Tangata Manu u Hombre Pájaro. En sus cuevas se escondían los representantes de los clanes a la espera de la llegada de los gaviotines. Durante su estancia, hicieron grabados y pinturas, como de un Make Make, de color rojo. También se encontró un pequeño moai, llamado Tita’a Hanga o te Henua, “el que divide la tierra” y que marcaba la división de la isla por el centro, separando los territorios de los dos clanes que dominaban la isla por aquel entonces. En Motu Nui existe, en uno de sus extremos, un peñón llamado Puku Rangi Manu, el lugar desde donde el poseedor del huevo anunciaba su éxito a los sacerdotes de Orongo.

Los motus, una parte importante en la cultura Rapa Nui
Los motus, una parte importante en la cultura Rapa Nui

En la actualidad, es posible contratar una visita en Hanga Roa, que acercarse en barca hasta los motus. Mientras se rodean, se pueden admirar los acantilados y gran cantidad de aves marinas.

Aunque estos tres motus son los más conocidos y los que tienen más importancia en la cultura Rapa Nui, existen varios más, como el Motu Tautara (frente a la cueva Ana Kakenga), el Motu Maratiri, cerca de Ahu Tongariki, el Motu Kaviti, Motu Ihu o Pare, Motu Hitara, Motu Toremo Hiva o el Motu Toe Toe, entre otros.

Una actividad excepcional es bucear en los motus, sobre todo entre Motu Nui y Motu Kao Kao.

Make Make

Según la cultura rapanui, es el Dios creador del mundo. Es la divinidad suprema de Isla de Pascua. Es representado con una cara de grandes órbitas circulares, parecido a una máscara o antifaz y con una prominente nariz. La imagen recuerda a los genitales masculinos, simbolizando al Dios de la fertilidad. Hay representaciones tanto en los petroglifos de Orongo, como en grabados en cuevas y rocas.

Las primeras referencias sobre el Make Make vienen de la segunda expedición europea a la isla, en 1770. Mientras los navegantes españoles entonaban himnos en honor al Dios cristiano, los isleños gritaban «Make Make». Sin embargo, durante la llegada de misioneros, en la segunda mitad del XIX, estos no encontraron ninguna celebración religiosa que les impidiera la evangelización.

En algún momento de la historia, a principios del siglo XVIII, se abandona el culto a los ancestros, representados por los moais y se sustituyen por nuevos ritos relacionados con la fertilidad y vinculados a una sola divinidad, el Dios creador Make Make. El ritual más importante en su honor era el Tangata Manu u Hombre Pájaro.

Lo que está claro es que Make Make era considerado como dios supremo al que se le rendía culto y se le realizaban ofrendas. Make Make era el creador de todas las cosas, del primer hombre y la primera mujer, y tenía el poder de premiar a los buenos y castigar a los malos.

Manutara

El manutara es el ave sagrada al que rendían culto los antiguos habitantes de Isla de Pascua, durante la ceremonia del Tangata Manu u hombre-pájaro, que tenía lugar en la aldea ceremonial de Orongo.

Este pájaro ha sido identificado con el gaviotín apizarrado, también conocido como charrán sombrío, que llegaba a la isla cada primavera para poner sus huevos.

Motu Nui, junto con los islotes cercanos Motu Iti y Motu Kao Kao, es el lugar elegido para anidar por la mayor parte de las aves marinas que visitan la isla.

El significado de Manutara o Manu Tara es “pájaro de la suerte” en el idioma rapanui. Puede ser que lo llamaran así porque siempre aparecía al acabar el invierno, que es cuando empezaba la temporada de mayor abundancia de huevos y pesca.

La importancia de las aves marinas en la cultura rapanui se pone de manifiesto con la gran cantidad de representaciones que hicieron, tanto en petroglifos, como en pinturas, esculturas o leyendas. Además, pensaban que tenían una conexión mística con los dioses, sobre todo las aves marinas, que unían tierra, mar y cielo, ya que venían todos los años del más allá.

Desde hace varios años, este pájaro ya no anida en los motus debido a la degradación del ecosistema, pero si lo hace en Motu Motiro Hiva, la isla que dio comienzo a la leyenda, a 415 km de distancia.

Ceremonia del Tangata Manu u Hombre Pájaro

No se conoce exactamente cómo surgió la competencia del hombre pájaro o Tangata Manu. Según la tradición, una vez que se abandonó el culto a los ancestros que representaban los moai, y debido a la pérdida de prestigio del antiguo orden político y religioso, surgen grupos tribales enfrentados, deseosos de quedarse con el poder.

Hacia finales del siglo XVII, se establece que la mejor forma de alcanzar el poder es mediante una competencia anual con sede en Orongo, donde el ganador gozaría de una serie de derechos y privilegios sobre sus rivales durante su período de mandato.

Al aproximarse la primavera, los grupos más poderosos se organizaban para participar en la competencia. Se reunían en la gran aldea de Mataveri, para luego subir, en el momento oportuno, hasta Orongo. Cada clan elegía a un representante, el hopu manu.

En el momento culminante de las fiestas y rituales, debían descender el acantilado de Orongo y nadar hasta el Motu Nui, con la ayuda de flotadores de totora llamados pora. Debían enfrentarse a fuertes corrientes y nadar entre tiburones, hasta llegar al Motu. Los supervivientes, debían esperar, escondidos en cuevas, la llegada de las aves marinas, hasta que alguno de ellos pudiera conseguir el primer huevo del Manutara. Esta persona, debía volver nadando de nuevo, sin romper el huevo, y entregarlo al jefe de su clan, que inmediatamente se convertía en el Tangata Manu u Hombre Pájaro de esa temporada, y gobernaría durante ese año, hasta la siguiente primavera.

Existían competencias parecidas en otras islas del Pacífico Sur, pero con la fragata como ave sagrada. De hecho, muchas de las representaciones del manutara, recuerdan más a una fragata que al gaviotín. Se cree que es porque ,como en Isla de Pascua apenas hay fragatas, pero si gaviotines, los primeros nativos trajeron esos recuerdos y se adoptó esta ave como sustituto.

Aunque se cree que la última competencia del hombre-pájaro tuvo lugar en 1867, el recuerdo del manutara aún continúa vivo. Muchas artesanías que se venden llevan su imagen, así como varios lugares en la isla, un hotel, yate, equipos deportivos, o incluso, el primer avión que voló desde Chile continental a Rapa Nui.

Actualmente, algunas de las pruebas que tienen lugar durante el Festival Tapati Rapa Nui, están inspiradas en la competencia del hombre pájaro, así que quien tiene la suerte de asistir podrá rememorar las antiguas tradiciones de la isla.

Festival Tapati Rapa Nui

Este es el festival más importante de toda la Isla de Pascua e, incluso, de toda la Polinesia. Se celebra todos los años, en la primera quincena de febrero. Este año 2023, ha tenido lugar entre el 3 y el 11 de febrero, de nuevo con la presencia de turistas, ya que durante la pandemia Covid, se cerró la isla.

La Tapati surgió hace más de 40 años, y ha ido evolucionando hasta convertirse en un homenaje a las tradiciones ancestrales del pueblo Rapa Nui. El motivo final de la fiesta es la elección de la reina del Tapati. Hay dos candidatas y serán su amigos y familiares, los que, mediante competencias y pruebas que los enfrentarán, irán consiguiendo puntos, que finalmente, darán la victoria final a una de las chicas. Ella gana el «derecho simbólico a gobernar la isla durante un año». Es una forma de honrar la antigua tradición del Tangata Manu u Hombre Pájaro.

En el Tapati hay diferentes actividades y competiciones, además de música, bailes, gastronomía, muestras de artesanía, etc.

Dentro de las competencias deportivas, destacan varias:

  • Tau’a Rapa Nui o Triatlón rapanui, recientemente instaurada y que se realiza en la laguna del Rano Raraku. La hemos explicado en la sección correspondiente al volcán.
  • Haka Pei, se hace en el cerro Maunga Pu’i. Los competidores, ataviados con la vestimenta tradicional y pintados, se deslizan por la ladera, de 200 metros con una inclinación de 45º, en una especie de trineo construido con dos troncos de plátano unidos entre si. Se alcanzan velocidades muy altas, y gana el que más espacio recorre.
  • Carreras de caballos. Se hacen en la zona de Vaihu. Los jinetes suelen ser muy jóvenes, no llevan montura y se hacen en tramos de 500 y 1000 metros. Ya no contabilizan para conseguir puntos, pero se les premia de manera individual.
  • Piragüismo o Canotaje Polinésico. La navegación se realiza en tramos de 3 a 5 kilómetros, con canoas de 6 remeros.
  • Haka Honu y Haka Ngaru. El “Haka Honu” consiste en deslizarse sobre las olas sólo con el cuerpo, imitando el modo en que las tortugas se acercan a la orilla. El Haka Ngaru es parecido, pero se usa un flotador de totora. Gana el que más recorra y más se acerque a la orilla. Se hace en la Playa Pee, la que está en Hanga Roa.
  • Pesca deportiva. A veces hay pruebas de pesca de orilla y submarina.

Y como no todo es deporte, también hay otra serie de Competencias artesanales, agrícolas y gastronómicas, para demostrar el conocimiento de las costumbres ancestrales:

  • Tingitingi mahute y pintura sobre “Mahute”. El mahute es una planta cuya corteza se usa para fabricar la materia prima con la que se confeccionan lienzos, adornos y ropa. Las mujeres, con ayuda de palos, van dando golpes a la corteza, hasta conseguir aplanarla y convertirla en una especie de tela. Gana quién la consiga la tela más grande y fina.
  • Tallado en piedra y madera. Se hacen réplicas de moais, de petroglifos o de tablillas de Rongo Rongo
  • Confección de trajes tradicionales y collares de “Pipi” y de “flores”. Se usa mahute, plumas y flores polinésicas.
  • Exposición agrícola. Se lucen los productos agrícolas más impresionantes.
  • Competencia gastronómica. Se preparan platos típicos de la cultura rapanui, que luego son evaluados por un jurado.
  • Representaciones artísticas y musicales:
    • Competencia de conjuntos, tanto infantil como de adultos.
    • Takona. Los miembros de cada clan decoran sus cuerpos con pigmentos naturales, representando dibujos que hacen alusión a las vivencias suyas o de sus familias. Han de explicar de forma teatral el porqué de esos dibujos, siendo evaluados por el Consejo de Sabios.
    • Kai Kai. Vestidos con los trajes ancestrales, recitan una historia, llamada “Pata ´uta´u”. La narran con ayuda de las manos, creando figuras entrelazando un largo hilo entre los dedos. Cada combinación de versos y figuras es específica, y se ha preservado en la tradición desde tiempos remotos.
    • Riu. Se entonan distintos tipos de cantos.
    • Koro Haka Opo. Enfrentamiento entre los coros de los grupos contrincantes
  • El penúltimo día, se realiza el desfile, que se llama farándula, y que gana el grupo que cuenta con más participantes. Por ello, se anima a los turistas a formar parte de ellos. Pintados y vestidos de manera tradicional, el desfile transcurre por la calle principal, a la vez que cantan y bailan junto a los carros alegóricos. Es el día más animado y la apoteosis del tapati.
  • Y por fin, el festival acaba con la coronación de la pareja ganadora del Tapati, en el escenario principal de Hanga Vare Vare, acompañado de un festival de fuegos artificiales. Al día siguiente, al atardecer, se produce la ceremonia de coronación ancestral en Ahu Tahai.
  • Estos días de fiestas son los más importantes de todo el año en la isla. Vivir de cerca esta festividad es todo un privilegio. Los que deseen asistir, tienen que tener en cuenta que tanto los pasajes aéreos como los alojamientos, aparte de tener unos precios mucho más altos, incluso prohibitivos, de lo normal, se agotan rápidamente, con lo que hay que ser previsor y reservar cuanto antes.

Cómo se hacía un Moai

La construcción de los moais es uno de los grandes misterios que hubo sobre la cultura Rapa Nui. Pero debido a la gran cantidad de moais, en distintas fases de elaboración, que hay en la ladera superior del volcán Rano Raraku, se ha podido deducir cual era la metodología de trabajo para esculpir uno de ellos.

Primero, se elegía el lugar idóneo, para, a continuación, tallar la roca para obtener un bloque rectangular. Para facilitar el trabajo, se tallaba un pasillo alrededor, por donde podían moverse los escultores. Los moais se esculpían siempre de espaldas, con ayuda de instrumentos de basalto, llamados toki, que iban desgastando la toba y dando forma a la figura.

Primero el rostro, con especial atención a la nariz. Cuello, torso, brazos y manos, iban a continuación. Se proseguía con los costados, y se iba liberando el material por debajo de la estatua, hasta dejar una estrecha franja de piedra a lo largo de la columna, como si fuese la quilla de un barco.

Mientras, se sujetaba la estatua con montones de piedras, a modo de cuña, se perforaban orificios en la quilla, hasta que era completamente recortada y liberada de su nicho. Algunas estatuas se rompían en ese momento y eran abandonadas. ¡Horas y horas de trabajo, se echaban a perder!.

El siguiente paso consistía en deslizarlas ladera abajo. Se cree que usaban troncos y cuerdas, para sujetar los moais, y canales que excavaban en el suelo. De nuevo, muchas estatuas sufrían accidentes en este proceso y se rompían.

Las que llegaban sanas y salvas abajo, se metían en hoyos para mantenerlas en vertical. Esto lo hacían para terminar de tallarlas, esculpiendo los detalles de la espalda y puliéndolas. No se sabe con exactitud el tiempo que podía durar la fabricación de un moai, pero hay estimaciones que dicen que alrededor de un año.

Terminado el trabajo de tallado, algunos de los moais eran transportados hasta su lugar definitivo, con un método desconocido hasta ahora.

Una de las cosas que más llama la atención cuando se llega hasta aquí, es ver la gran cantidad de figuras que no llegaron a buen término y se abandonaron. Unas por fracturas, otras, porque mientras eran talladas, se encontraban áreas duras que impedían continuar. Y otras, como en «el Gigante», porque se dieron cuenta de que les sería imposible levantar tal coloso.

Moai sin terminar, de la cultura Rapa Nui
Moai sin terminar, de la cultura Rapa Nui

Por contra, en la ladera inferior, lo que abunda es una gran de cantidad de figuras erguidas. De hecho, fue el único lugar de la isla donde permanecieron así, ya que, durante la lucha de clanes, los moais del resto de Isla de Pascua se tiraron al suelo.

Entre la ladera y el cráter, encontramos unas 110 figuras, que dan la espalda al volcán. Casi todas están semienterradas, la mayoría, hasta los hombros, facilitando así el trabajo del tallado. Esto dio lugar a la imagen típica y mundialmente conocida de los moais. Pero no es la «real», son estatuas completas enterradas por las sucesivas capas de sedimentos que se fueron acumulando a lo largo del tiempo. Algunas de las figuras han sido excavadas en su totalidad, y se ha visto que el tamaño de su cabeza corresponde a la tercera parte del tamaño total. La parte enterrada se ha conservado mejor que la que permaneció sobre la superficie.

Aunque todos son moais, hay diferencias entre éstos y que los fueron trasladados a los ahu. El tamaño medio de las del Rano Raraku es de 6 metros, frente a los 4 de los de los ahu. También los de aquí tienen un perfil y un acabado más fino y cuidado, con narices más prominentes y puntiagudas. Tampoco ninguna de ellas llevó nunca un pukao sobre la cabeza. Las de aquí tampoco tenían tallados los ojos, ya que esto se reservaba para los que se elevaban en los ahu, trabajo que finalizaba con la colocación de un ojo de coral, que transmitía al moai, el poder de los antepasados, el maná. En algunas de las que permanecen aquí, se ha visto que la parte inferior tiene forma de estaca, como si se hubieran hecho con la intención de ser «plantadas» y no transportadas.

No se sabe por qué hay tantos moais en la ladera, pero de igual forma, era una manera de honrar a los antepasados. Hay muchos misterios todavía en la cultura Rapa Nui.

Aunque los moais se tallaron según un mismo patrón preestablecido, los moais, aunque similares, son diferentes unos de otros. Hay varios que incluso, tienen nombre propio, como Tai Hare Atua, el primer moai, el Moai Piro Piro, el Moai Hinariru, el Te Tokanga, el gigante, Moai tallado sobre una antigua cabeza, Moai Ko Kona He Roa, o el Moai Tukuturi, sobre las que ya hemos hablado.

Cultura rapa nui
Cultura Rapa Nui

Se calcula que el trabajo de tallado de las estatuas en Rano Raraku abarcó más de 500 años, comenzando alrededor del año 1000 d.C. y finalizando a mediados del siglo XVIII. Hay varias teorías sobre porque finalizaron los trabajos en la cantera, ninguna segura. Lo que está claro es que no se debió a un único hecho repentino ni dramático. Más parece que fue consecuencia de la decadencia en los valores y creencias, que afectaron a los escasos recursos disponibles y provocaron sucesivas guerras tribales que acabaron con el colapso del sistema.

Sea como sea, nos ha quedado un legado importante, en esta maravillosa y única, Isla de Pascua.

Cómo movían los moai

Una de las grandes incógnitas de la cultura Rapa Nui es como consiguieron transportar los moais.

Ya hemos visto como los pascuences tallaban los moais. El siguiente paso era transportarlos hasta su lugar definitivo. La labor debió der ser toda una obra de ingeniería y fuerza, puesto que casa estatua pesaba toneladas.

Hay dos teorías que son las más aceptadas:

  • La caminata: Consistía en amarrar cuerdas en la cabeza del moai, y tirar de esas cuerdas desde el lado derecho e izquierdo, dando pequeños pasitos cada vez. La fuerza física debía de ser tremenda y el trabajo muy lento, debido a las grandes distancias a las que tenían que llevar algunas de las figuras.
  • El trineo: Consistía en trasladar a los moais, acostados en una especie de trineo, tirado por los isleños. La madera sobre la que se recuesta el moai, estaría apoyada en troncos de madera que harían la función de ruedas que irán girando y moviendo la figura.

No hay ninguna certeza de cúal es la verdad absoluta sobre ello, aunque la segunda teoría está bastante aceptada en la comunidad científica.

Una vez que se llegaba al lugar donde había que colocar al moai, todavía quedaba una importante labor ,nada más y nada menos, que elevarla hasta la posición vertical y dejarla colocada en los ahu o en los hoyos que habían excavado.

Se piensa que esto se conseguía colocando piedras debajo de la estatua, de manera que se hacía una especie de rampa, que se iba elevando, hasta que se conseguía la posición vertical.

La verdad es que sea cual sea la realidad, el trabajo que debió suponer tanto la construcción, transporte como la colocación de los moais, debió de ser toda una odisea, teniendo en cuenta el peso de cada estatua y las herramientas con las que contaban los nativos en aquel entonces.