Aunque conocer Laos siempre ha sido una de nuestras asignaturas pendientes, en principio, en el viaje de dos meses por Indonesia no estaba previsto que incorporáramos este país a los planes. Pero debido a las lluvias torrenciales que iba a haber en la mayor parte del sudeste asiático durante bastantes días seguidos, y cuyo comienzo nos pilló en Bali, tuvimos que hacer cambio de destino e ir, en un principio a Tailandia y, unos días después a Luang Prabang, en Laos.
Llevábamos tiempo queriendo conocer esta ciudad, reconocida como una de las más bonitas de todo el sudeste asiático.
Rodeada de montañas y situada en la confluencia del río Mekong y del río Nam Khane, se levanta esta preciosa ciudad, en perfecta armonía entre su pasado colonial francés y sus coloridos templos budistas, en los que aún viven cientos de monjes. Es curioso ver los edificios antiguos, totalmente reformados para servir de hoteles, negocios o cafés modernos, compartiendo espacio con esos majestuosos templos, más de 50, en los que se vive la religión budista con auténtica pasión.

A pesar de ser la ciudad más turística del país y, la tercera en tamaño, la paz, tranquilidad y espiritualidad que se vive aquí, no se encuentra en ningún otro lugar.
Patrimonio de la Humanidad desde 1995, fue la capital de Laos hasta 1975. Aunque ya no es el centro administrativo, sigue siendo la meca espiritual y cultural. Su aspecto colonial francés se debe a la protección que le ofreció este país hasta su independencia en 1945.


Lo primero que llama la atención al llegar, es lo ordenada que es la ciudad. El tráfico no es el típico alocado y caótico que suele imperar en Asia. Aunque las motos dominan las calles, no se escucha el ruido y los pitidos habituales del resto de las ciudades, parece como si estuviera fuera de lugar. Las calles son anchas, y los negocios, casi todos dirigidos al turismo, son mucho mas «occidentales».

No parece un mal sitio para pasar varios días, ¿verdad?.
Contenido
- 1 Información antes de llegar
- 2 Cómo llegar a Luang Prabang
- 3 Cómo moverse en Luang Prabang
- 4 Alojamiento en Luang Prabang
- 5 Dónde comer en Luang Prabang
- 6 Qué ver y hacer en Luang Prabang
- 6.1 Wat Xieng Thong
- 6.2 Palacio Real y Museo Nacional
- 6.3 Wat Mai Suwanphumaham
- 6.4 Vat Pak Khan Khammungkhun
- 6.5 Vat Souvannakhiri
- 6.6 Wat Sibounheuang
- 6.7 Vat Syrimoungkoun Xaiyaram
- 6.8 Vat Sop Sickharam
- 6.9 Vat Sensoukharam
- 6.10 Vat Nong Sikhounmuang
- 6.11 Wat Paphaimisaiyaram
- 6.12 Wat Hosian Voravihane
- 6.13 Wat Mahathat
- 6.14 Wat Siphoutthabat Thippharam
- 6.15 Colina de Pou Si
- 6.16 Ceremonia de la entrega de ofrendas
- 6.17 Mercado Nocturno
- 6.18 Cascadas de Kuang Si
- 6.19 Cuevas de Pak Ou
- 6.20 Templos al otro lado del río
Información antes de llegar
Idioma: Laosiano, pero la mayoría de la gente habla también inglés.
Visado: La visa se tramita a la llegada. La tasa oficial para los españoles es de 35$ ,más un «suplemento» de 1$ por persona, por el trabajo de los agentes…en fin. Hay que llevar una foto, tipo carnet, porque si no, te cobrarán el equivalente a unos 15 dólares por hacerla allí. El pago es en efectivo.
Electricidad: En Laos, el voltaje más común es 230 V, con una frecuencia de 50 Hz. Hay cinco tipos de enchufes: A, B, C, E y F.
Moneda: Kip (LAK ). Hay varios cajeros automáticos, así como muchas casas de cambio.
Cómo llegar a Luang Prabang
Al ser la ciudad más turística del país, está muy bien comunicada con el resto de ciudades de Laos y con las ciudades más importantes de los países vecinos.
Se puede llegar en cualquier medio de transporte, incluido el barco, navegando por el río Mekong, aunque dependiendo de la lejanía, la duración puede ser excesiva ara que sea un medio de transporte cómodo.
Otra opción habitual es llegar en autobús. Desde Vientán, la capital de Laos, son unas 8 horas, desde Chiang Mai, unas 18, y desde Hanoi, unas 24…ahí lo dejo.
No cabe duda de que la alternativa más rápida, cómoda, pero más cara, es el avión. Nosotros llegamos en vuelo directo desde Bangkok.
Una vez en el aeropuerto, hay dos opciones para llegar hasta el alojamiento:
- Transporte privado: Un conductor estará esperando a la llegada. Es la forma más rápida de llegar a vuestro hotel ya que iréis directos. Nuestro hotel tenia incluida la recogida en su precio.
- Minivan compartida: Es la única opción disponible en este aeropuerto. Van saliendo a medida que se llenan y van repartiendo a los clientes por sus alojamientos. Tarifa fija de 50 000 kips (unos 5 euros)
Cómo moverse en Luang Prabang
El centro histórico de Luang Prabang es relativamente pequeño, así que se puede llegar a todas partes andando. Si te alojas en un hotel a las afueras y el calor aprieta, podéis tomar a un tuk tul o un taxi, con los que pactareis el precio antes de subir.
Si os apetece conocer por cuenta propia sitios más alejados, como las cascadas de Kuang Si, es posible alquilar moto. A nosotros nos costó 130 000 kips un día, pero era más grande que las habituales. Es posible alquilar en muchos hoteles, así como en muchos negocios por la calle. Os pedirán el pasaporte a cambio.
Otra opción es recorrer la ciudad, incluso, los alrededores, en bicicleta. El calor muchas veces es sofocante, así que no se si es muy buena idea.
Para conocer las cuevas de Pak Ou, hay que ir en barca si o si.
Alojamiento en Luang Prabang
Al ser la ciudad más turística del país, se pueden encontrar multitud de alojamientos para todos los gustos y bolsillos.
Nosotros siempre consultamos en booking antes de reservar, y al final, nos decidimos por el Muangthong Boutique Hotel, a unos 5 minutos andando del mercado nocturno. Elegimos estar fuera del centro histórico porque queríamos un hotel con piscina, prohibidas en los alojamientos del centro histórico, para poder refrescarnos con un baño después de las visitas de cada día.
Muy buena opción, habitación enorme con terraza y vistas a la piscina, y con un delicioso desayuno todas las mañanas. Posibilidad de alquilar motos y bicicletas allí mismo.


Dónde comer en Luang Prabang
Las calles de Luang Prabang están repletas de negocios dedicados al turismo y, entre ellos, destacan preciosas cafeterías y restaurantes donde podremos deleitarnos con la deliciosa comida laosiana, de gran influencia francesa.

Comer aquí es más caro, de media, que en otras zonas de Asia, pero la presentación, limpieza y calidad de la comida, bien lo merece. Hay precios para todos los gustos, se puede comer por poco más de un euro en el mercado nocturno, hasta pagar bastante más por disfrutar de un delicioso plato en un restaurante con vistas preciosas.
En los días que estuvimos allí, frecuentamos dos sitios.
Uno de ellos es la Banneton, que también es panadería. El primer día probamos unos bocadillos deliciosos, que devoramos encantados, y que después mes y medio sin probar el pan, nos parecieron el mayor manjar del mundo.

El segundo día, cambiamos de menú.


Otro fue el Big Tree Cafe. Se puede comer en el interior del restaurante, o en frente, con vistas al río, donde tienen varias mesas. La primera vez que entramos, lo hicimos atraídos por la exposición fotográfica que tienen en la planta superior.





Un sitio al que teníamos muchas ganas de ir, pero que se encontraba cerrado, es el Utopia Chill Out. La decoración debe ser preciosa y las vistas al río, una maravilla.
Para cenar, siempre íbamos al mercado nocturno.
Qué ver y hacer en Luang Prabang
La joya que es Luang Prabang bien se merece varios días para poder visitar sus templos, palacios y conocer un poco sus alrededores. Hay muchísimos templos, así que es imposible conocerlos todos. Aquí os enseñamos algunas de las visitas y actividades que hicimos nosotros.
Wat Xieng Thong
Construido durante el siglo XVI por el rey Setthathirath y cuyo significado es «Templo de la ciudad Dorada», es, probablemente, el templo más interesante y visitado de toda la ciudad. Con fachadas doradas, murales de colores, mosaicos de cristales y tejado triplemente solapado, es considerado como uno de los templos mas bonitos de toda Asia.

Es uno de los monasterios más importantes de todos Laos, y sigue siendo un importante monumento que hace honor a la religión, a la realeza y al arte tradicional. Antiguamente se usaba en ceremonias reales, así como de lugar de culto tanto de monjes como de laicos, y como espacio de celebración de ritos religiosos.

El recinto se compone de varios edificios, donde hay distintos salones y estupas, algunos con representaciones de Buda.
Pabellón del Buda Reclinado


Pabellón del Buda Sentado
El templo principal, la sala de ordenación, está preciosamente decorado con tallas y detalles de madera, y en la parte posterior hay una representación del árbol de la vida realizado en cristal de color rojo. El edificio está muy bien conservado, gracias a las varias restauraciones que ha tenido.

La Capilla Roja es otro de los edificios que destacan en este complejo. Con paredes decoradas con mosaicos de cristal, se construyó para proteger una imagen de Buda.

No menos impresionante es el edificio que alberga el carruaje funerario, con una decoración dorada preciosa y que cobija el carruaje que se usó para transportar los restos funerarios de los últimos reyes de Laos.



No cabe duda de que este complejo es una maravilla y de que en cualquier lugar se encuentran detalles que son dignos de admiración. Para nosotros, el templo más bonito de todo Luang Prabang.
Entrada: 20 000 kips
Horario: de 8 a 17 horas.
Palacio Real y Museo Nacional
Otra de las visitas imprescindibles en la ciudad es la del Palacio Real, ahora Museo Nacional, fácilmente accesible desde cualquier punto de la ciudad ya que se encuentra en el mismo centro.
Construido en 1904, durante la época colonial francesa, para el rey Sisabang Vong, el lugar de la edificación fue elegido para que los visitantes oficiales pudiesen desembarcar en el río, justo debajo del Palacio y ser recibidos directamente. El sucesor de Sisabang Vong y su familia fueron los últimos en ocuparlo, ya que en 1975 la Monarquía fue derrocada por el partido comunista, y el palacio pasó a ser el Museo que es ahora.
En la visita destacan varios puntos de interés:
Museo Nacional de Luang Prabang. Ocupando las instalaciones de la antigua residencia real, se encuentra ahora el Museo Nacional, abierto desde 1995. En el interior, donde no está permitido hacer fotos, se encuentran objetos personales de la familia real, mobiliario y varias estancias, como el Salón del Trono, con el trono de madera que usaban los monarcas en sus viajes en barco, o el Salón de Recepciones, con su Trono de Oro.

Wat Haw Pha Bang. El templo Real, terminado de construir en el año 2006, contiene la figura de Buda Phra Bang, la reliquia budista mas importante de Laos y que da nombre a la ciudad. Se dice que fue traído desde Sri Lanka hace más de 2000 años. Es el edificio mas llamativo de todo el conjunto, y una de las imágenes más bonitas que se pueden contemplar de él, es desde fuera del recinto, ya que está frente a la base del monte Pou Si. Cuando fuimos nosotros, no se podía acceder al interior ni hacer fotos hacia dentro.


Teatro del Palacio Real. Anteriormente edifico administrativo del Palacio Real, ahora este teatro ofrece regularmente representaciones teatrales, así como de danzas clásicas laosianas.

Jardines. De marcado estilo europeo, en ellos destacan las fuentes y una estatua dedicada al rey Sisabang Vong.
Otra de las edificaciones, algo mas alejada, en realidad es una enorme cochera donde están varios de los automóviles que pertenecieron a la familia real. Tampoco se permite hacer fotos.
Hay que tener en cuenta que el código de vestimenta aquí exige que, tanto hombres como mujeres, lleven ropas por debajo de las rodillas y los hombros cubiertos.
Horario: Abierto todos los días de 8 a 11:30 de la mañana y de 1 a 3 de la tarde.
El Teatro del Palacio Real ofrece representaciones los lunes, miércoles, viernes y sábados (6 pm). El precio de las entradas cambia en función del lugar de los asientos.
Precio: 30 000 kips. El acceso para ver los jardines o el Wat Haw Pha Bang es gratuito, la entrada es para ver el Museo.
Wat Mai Suwanphumaham
Situado al lado del Palacio Real, es otra de las estampas imperdibles de Luang Prabang, siendo conocido por ser uno de los mejores sitios para presenciar la Ceremonia de Entrega de Ofrendas a los monjes.

Actualmente es uno de los monasterios más importantes de Luang Prabang y desde su construcción en 1796 ha albergado reliquias muy importantes, como el Buda Phra Bang, así como el Buda Esmeralda, la reliquia más importante del budismo tailandés y que ahora está en el Palacio Real de Bangkok.
Como fue uno de los pocos templos que sobrevivió a la invasión china de finales del siglo XIX, se convirtió en el nuevo hogar del Buda Phra Bang, hasta que éste fue llevado al Palacio Real. Durante las celebraciones del año nuevo laosiano, la imagen vuelve a este templo, para su limpieza ceremonial.
Es uno de los templos más grandes y ricamente decorados de toda la ciudad. Tanto el interior como el exterior están decorados con laca negra y roja y pan de oro.
En su interior, está la imagen del Buda de Wat Mai, en posición de meditación y rodeado de imágenes más pequeñas.

Preciosa la imagen de los Budas.


Otras estructuras en los terrenos del templo incluyen una estupa, dos capillas de piedra pequeñas, una torre de tambor y una biblioteca donde se guardan las escrituras budistas.
Horario: visitas de 8 de la mañana a 17 horas.
Precio:10 000 kips.
Código de vestimenta: Rodillas y codos cubiertos.
Vat Pak Khan Khammungkhun
Otro bonito templo, muy cerca de Wat Xieng Thong, y que bien merece una breve parada. Fue el primer templo que visitamos en la ciudad y nos dejó un muy buen sabor de boca y con muchas ganas de seguir descubriendo la ciudad.

Su nombre deriva de su ubicación en el afluente del Nam Khan y el Mekong. Construido por Phagna Chanthep, bajo el rey Inta Som (1727-76), fue reconstruido a principios del siglo XX.
Hay una puerta principal, flanqueada por dos laterales mas pequeñas. En los paneles centrales hay dos representaciones de Rama, sobre Hanuman.



En el viven monjes novicios. Tiene un pequeño museo.
Entrada: Gratuita.
Vat Souvannakhiri
Pequeño templo que pasa desapercibido.

Su interior es bastante modesto.

Entrada: Gratuita.
Wat Sibounheuang
Otro pequeño templo, que pilla de paso para la visita de los templos principales.
Construido en el siglo XVIII, es habitual encontrarse dentro de él, a monjes cantando.

Se encuentra en muy buenas condiciones, destacando su preciosa entrada y los tonos rojos y dorados.

Entrada: Gratuita.
Vat Syrimoungkoun Xaiyaram
Wat muy pequeño similar a otros de la ciudad.


Entrada: Gratuita.
Vat Sop Sickharam
Situado en la calle principal, otro bonito templo con un precioso pórtico.

Al igual que el resto de templos, con una figura de Buda en su interior.

Entrada: Gratuita.
Vat Sensoukharam
Otro encantador templo para descubrir mientras se da un agradable paseo por las calles de Luang Prabang. Construido en el siglo XVIII, tiene una preciosa arquitectura y unos murales impresionantes.

Se compone de varias edificaciones, a cada cual, más bonita.


Impresionante la puerta de entrada del templo principal.

Horario: de 8 a.m. a 18 p.m. Se supone que este es el horario, pero las veces que pasamos por allí, el templo principal siempre estaba cerrado.
Entrada: Gratuita.
Vat Nong Sikhounmuang
Pequeño templo situado en una tranquila calle, cuyas escaleras están flanqueadas por unas preciosas serpientes de múltiples cabezas, las Nagas. Tiene un pequeño jardín y un monasterio adjunto. Las puertas están bellamente decoradas. El edificio principal del templo está normalmente cerrado, así que no tuvimos suerte y no pudimos ver el interior.

Entrada: Gratuita.
Wat Paphaimisaiyaram
Otro Wat de tamaño pequeño, con una fachada y columnas decoradas al más puro estilo tradicional laosiano.
Se encuentra en pleno centro de la ciudad, a muy poca distancia del monte Pou Si.
Entrada: Gratuita.

Wat Hosian Voravihane
Templo muy interesante, que permanece en activo y que incluye viviendas para los monjes y un edificio escolar. Relativamente grande, conectado con Wat Phra Mahathat al lado.

Este lugar está justo al lado de la intersección a la entrada del mercado nocturno, muy cerca de nuestro hotel. Mientras subes las escaleras, serán flanqueado por Nagas plateadas.

Entrada: gratuita.
Wat Mahathat
Conectado con el Wat Hosian Voravihane, se pueden visitar los dos seguidos.

Entrada: Gratuita.
Wat Siphoutthabat Thippharam

Pequeño y desapercibido templo, donde reina una paz y un silencio absoluto.
Curiosa la figura multicolor que tiene frente al edificio principal.
Alberga también una pequeña escuela.
Desde aquí pasan las escaleras para subir al Monte Pou Si.
Entrada: Gratuita.

Colina de Pou Si
Una de las vistas panorámicas más conocidas y bonitas de Luang Prabang y del río Mekong, se encuentra en la cima de este pequeño monte. Situado en pleno centro de la ciudad, frente al Palacio Real, la Colina Sagrada, como también se le llama, es un lugar importante para la población local.

Según la leyenda, el monte está habitado por una Naga (serpiente mitológica budista), que protege la ciudad de los malos espíritus que habitan en el rio. Esta importancia explica la cantidad de templos que hay en esta colina.
Wat Chom Si. Es el más conocido entre todos los visitantes, ya que se encuentra en la cima de la colina. Consagrado a la Naga protectora de la ciudad, y con una estupa de 20 metros de altura, sirve de mirador.


Otros son el Wat Pa Houak, en la entrada del recinto por la zona de Palacio Real, y que tiene la imagen de un Buda sentado en su sala de oraciones, el Wat Pra Buddahabaht, situado a media subida y en cuya gruta hay lo que se cree que es una huella de Buda y, el Wat Tham Pho Si, también a medio camino de la cima, pero en este caso, subiendo desde Thanon Phousi, y que destaca por la imagen de un Buda Reclinado.

Para llegar a la cima hay dos caminos diferentes. El más conocido y usado es el que comienza en Sisavongvang Road, la calle principal, frente al Palacio Real, y que supone subir por un camino con 328 escalones, mientras que el otro, de 355 escalones, empieza en Thanon Phousi Road. Aunque parecen muchos escalones, la verdad es que la subida tampoco se hace muy dura.
El acceso está abierto de 5:30 a.m a 6 p.m y tiene un precio de 20 000 kips, pero cuando fuimos nosotros, justo después de ver la ceremonia de la ofrenda a los monjes, no había ninguna taquilla donde pagar.
Las mejores horas para ir son al amanecer y al anochecer, aunque en esos momentos, la cima se llena de turistas. Tuvimos suerte y apenas había otro par de personas.
Debemos decir que aunque las vistas desde aquí son bonitas y ves la ciudad desde otra perspectiva, creemos que están sobrevaloradas y que en realidad no son para tanto. Pero bueno, para gustos, los colores.
Ceremonia de la entrega de ofrendas
También llamada Tak Bat, es uno de los símbolos más importantes y representativos de Luang Prabang, tanto, que ha sido su perdición. Al menos para nosotros, por lo que pudimos ver, ha perdido su esencia y se ha convertido poco menos que en un circo para los turistas. Tuvimos la misma sensación que en Mandalay.
Alrededor de las 6 de la mañana, cientos de monjes en diferentes templos, repartidos por toda la ciudad, salen en procesión a recoger la limosna que les dan en forma de comida, normalmente arroz. Pues bien, también antes del amanecer, empiezan a llegar furgonetas llenas de turistas, que se sientan en taburetes colocados por vendedores de comida, que se los ofrecen a cambio de que les compres la ofrenda. Cuando los monjes empiezan a aparecer, muchos de ellos no dudan en interponerse en su camino para conseguir las mejores fotos, sin guardar ningún tipo de respeto por la ceremonia ni por lo que representa para ellos este momento tan importante del día.
La ofrenda a la que acuden muchos de los visitantes, es la que se lleva a cabo en la calle principal de Luang Prabang, muy cerca del Wat Xieng Thong. Queremos creer que en los templos mas alejados del centro, este peregrinaje de turistas no es tan masivo y la ceremonia se lleva a cabo con total respeto y silencio.

Una pena, pero pudimos ver a muy poca gente local participando en la ceremonia.
Mercado Nocturno
Otra de las señas de identidad de Luang Prabang es su mercado nocturno.
Todos los días alrededor de las 5 de la tarde, y hasta las 10, la calle principal de Luang Prabang, Sisavangvong Road, se corta al tráfico y se transforma por completo, apareciendo de la nada, cientos de puestos y tenderetes dispuestos a atraer la atención de los turistas. La mayoría son de souvenirs y recuerdos de Laos, así como de artesanía y comida.

Para nosotros, se convirtió en una visita obligatoria antes de ir a cenar todas las noches. Paseábamos por las callejuelas que se formaban entre los puestos, y curioseábamos lo que ofrecían. Hay que decir que una de las cosas que más nos gustó fue los respetuosos que eran los vendedores. En ningún momento te acosaban o presionaban para comprar. Eso si, como en otras partes de Asia, aquí impera la ley del regateo. Yo me compré una falda pantalón muy fresquita por un precio bastante módico.
Aunque hay algunos puestos de comida y de bebida, sobre todo zumos, repartidos a lo largo del mercado, la zona de comida se concentra al inicio de la calle, donde decenas de puestos alineados y seguidos unos de otros, ofrecen sus platos, que puedes degustar en alguna de las muchas mesas que se colocan frente a ellos. Es una zona muy animada y concurrida a las noches, donde a veces, hay que esperar para conseguir una mesa donde cenar. Precios baratos y comida buena.

Cascadas de Kuang Si
Una de las excursiones más interesantes que se pueden hacer en los alrededores de Luang Prabang, es para conocer estas cascadas, de las más famosas de todo el sudeste asiático, a pesar de no ser ni de las más altas ni de las más caudalosas. Pero su belleza es increíble, de ahí su bien merecida fama.
A apenas 30 km de la ciudad, y en medio de la selva, nos encontramos con este conjunto de cascadas y pozas, de un agua azul turquesa precioso. En algunas de las piscinas naturales que se forman, está permitido el baño, bastante fresquito por cierto. Hay zonas de vestuarios y donde poder hacer picnic.

Nosotros llegamos con la moto alquilada en apenas una hora, desde nuestro alojamiento en Luang Prabang. Tuvimos que dejarla en un parking y, tras comprar la entrada, nos llevaron en una especie de carrito de golf grande, hasta la entrada al recinto. Casi al inicio, hay un centro de conservación de osos, cuyos ejemplares se pueden ver.
Continuando el camino, éste se bifurca muy pronto.


Continuando recto, tras un corto paseo, se llega directamente a la cascada grande. Incluso es posible ir hasta su parte superior y contemplar desde arriba la caída del agua. Nosotros optamos por seguir el camino de la derecha, en el que primero se va pasando por las cascadas pequeñas y por las pozas que se crean. En alguna de estas pozas es posible refrescarse dentro.


El camino es muy fácil de seguir, aunque hay que tener cuidado si ha llovido recientemente porque podría estar bastante embarrado o incluso, con zonas inundadas. En algunos trozos, hay pasarelas.
No paramos de hacer fotos porque el color del agua estaba precioso.

Poco después, llegamos a la joya de la corona, la gran caída, de casi 50 metros, con la gran fortuna de que aún no había nadie y pudimos disfrutarla nosotros solos y volvernos locos haciendo fotos.


Tras más de una hora de casi absoluta soledad, ya que de vez en cuando aparecía algún que otro turista, que tan pronto como hacia un par de fotos se iba, de repente, llegaron dos grupos enormes de tailandeses que «coparon» el sitio y acabaron con la tranquilidad y silencio que hasta entonces reinaba.
La poza que está delante de la cascada alta, está atravesada por un puente que es muy fotogénico y que conecta los dos caminos.



Nosotros ya habíamos disfrutado de este paraíso, así que decidimos empezar la vuelta. Tomamos unos batidos de fruta en la cafetería que hay al lado de una de las cascadas, y antes de salir, fuimos a ver el centro de recuperación de osos.
Es el Centro de Rescate Tat Kuang Si, que rescata osos negros asiáticos de los traficantes ilegales. Decidieron ponerlo aquí porque, al ser las cataratas un lugar tan visitado por los turistas, éstos así pueden concienciarse del problema del peligro de extinción de esta especie.

En vez de volver en los «carritos» de golf, decidimos bajar andando hasta el parking, aunque casi llegando al final del trayecto, uno de ellos nos recogió. En el camino, que es todo de bajada, vimos un templo bastante bonito.

Hay varias formas de llegar hasta las cascadas.
- Tuk tuk. El precio por persona dependerá del arte que se tenga para regatear, pero suele oscilar entre los 50 000 y los 70 000 kips. Se pueden contratar fácilmente en cualquier calle de la ciudad.
- Autobús. Tiene dos salidas diarias hasta las cataratas, a las 12:00 y 14:00, con horarios de vuelta cerrados. Es mejor confirmar los horarios el día anterior. Billete de ida/vuelta por 40 000 kips. Opción poco atractiva teniendo en cuenta la poca diferencia que existe con el precio del tuk tuk.
- Excursión organizada. A través de alguna agencia o del propio alojamiento. Se pueden incluir otras visitas interesantes, como a alguna aldea cercana.
- Moto alquilada. Opción que usamos nosotros, por 130 000 kips la alquilamos un día entero. Las había más baratas, pero eran incómodas para viajar dos personas.
Entrada: 25 000 kips (oct 2022).
Horario: De 8 a 17:30 horas todos los días. Es preferible madrugar un poco y estar a primera hora, para evitar las aglomeraciones y la gran cantidad de turistas que empezarán a llegar poco después de las 10 de la mañana en los tours organizados. Si es posible, debemos evitar también, ir en fin de semana, que es cuando la población local suele acercarse hasta allí.
Cuevas de Pak Ou
Otra de las excursiones que se pueden hacer en la zona, pero prescindible si se anda justo de tiempo, es a las cuevas de Pak Ou, a las que se llega tras un recorrido de alrededor de dos horas por el río Mekong. Debido a su localización, en una pared justo encima del agua, es la única forma de acceder a ellas.
En realidad, el trayecto es mucho mas interesante que las cuevas en si, aunque con las dos horas de ida y poco menos a la vuelta, acabas también aburrido del paisaje.

Estas cuevas son un santuario que construyó el pueblo de Laos en el interior de cuevas de piedra caliza, justo encima del río y que se han llenado de miles de imágenes de Buda que han ido llevando como ofrenda, los peregrinos que hasta ellas se acercaban.
El «complejo» se compone de dos cuevas:
Cueva de Tham Ting, la mas pequeña y visible desde el río, se encuentra muy cerca del embarcadero. Reúne más de 2500 estatuas de Buda, de entre los siglos XVII Y XIX.



Cueva de Tham Phum, a la que se llega tras subir unas escaleras. Hay muy poca luz dentro, así que es necesario llevar linterna o usar la del móvil. Aquí también encontramos muchas estatuas de Buda.



Casi todas las excursiones salen a la misma hora, así que para evitar aglomeraciones es aconsejable llegar o a primera hora, o a última. Si te puedes permitir una barca privada, tú mismo pones el horario.
Nosotros tuvimos que contratar una barca privada (720 000 kips), porque cuando llegamos al puerto, los horarios de salida de los tours organizados no eran los que nos habían dicho, así que ya habían salido rumbo a las cuevas, y hasta el día siguiente no habría más.
Entrada: 20 000 kips.
Horario: Todos los días de 8 a 17 horas.
Templos al otro lado del río
Si tenéis tiempo de sobra, otra visita interesante para pasar algunas horas, es cruzar el río y visitar alguno de los templos que están en aquel lado.

Nosotros nos acercamos con la moto hasta el muelle, y pagamos el pasaje (16.000 kips ida/vuelta). Hay que esperar hasta que la barca se llene para que cruce a la otra orilla.
Hay templos muy bonitos y apenas visitados.



En este lado del río no vimos a ningún turista más, tan sólo a unos adolescentes que regresaban en moto a sus casa después de terminar las clases.
Todo esto es lo que os podemos contar de nuestra escapada a esta bonita ciudad, tras lo cual regresamos a Bangkok para después ir a bucear a Koh Lipe, en Tailandia.