Adentrarse en el río San Juan te alejará un pasito de la civilización. Te enamoraras sin remedio de los mil tonos verdes de su selva. Navegarás hasta El castillo por sus sinuosas curvas donde su fortaleza, de la época colonial, te trasladará a tiempos de bucaneros y piratas.
Finalmente, sus sinuosas aguas te acercarán hasta la costa del caribe en San Juan de Nicaragua, desde donde podrás explorar la Reserva Indo Maíz junto a los últimos indios Rama que todavía conocen sus secretos.
Sin lugar a dudas, no puedes abandonar Nicaragua sin explorar los secretos del río San Juan.
Contenido
Historia del rio San Juan
El Río San Juan, o “el desaguadero”, fue descubierto por los conquistadores españoles en 1525 que, conscientes de la importancia de controlar el paso entre el lago y el océano, fundaron San Carlos como base de operaciones para la búsqueda de la salida del río en el Caribe, finalmente descubierta en 1539.
El río resultó ser una magnífica conexión para la Provincia de Nicaragua con el resto del territorio español, y, a través de él, Granada y otras colonias comerciaban con ciudades como La Habana, Cartagena de Indias y Portobelo.
Pero no todo iba a ser bueno, por el río entraron piratas y bucaneros como Henry Morgan, John Davis o John Morris, entre otros. Y en la mayoría de sus correrías tomaban el fuerte de San Carlos, y luego atacaban la ciudad de Granada, de donde se llevaban tesoros, prisioneros y mercancías.
Para defender el paso por el río, se comenzaron a construirse fortificaciones en sus márgenes, hubo hasta 12 a lo largo del río San Juan. La Inmaculada, fué la fortificación colonial más grande de América Central hasta 1675, situada en el pueblo de El Castillo, sobrevivió a encarnizadas batallas contra piratas, filibusteros norteamericanos, miskitos y sobre todo, tropas británicas.
Después de la construcción del Canal de Panamá, la gente comenzó a olvidar y a abandonar la zona, lo que permitió que la naturaleza tomara de nuevo el control y se convirtió en un lugar con una flora y fauna espectaculares.
San Carlos, cabecera del río San Juan
San Carlos es la capital del Departamento del Rio San Juan, pero no hay que confundirse, es la capital, pero es una pequeña ciudad de no más de 15000 habitantes, sin ningún encanto, pero que es de paso obligado para poder recorrer el Rio San Juan o ir a Solentiname y los Guatuzos, ya que es el puerto de llegada y salida de todos los botes, lanchas y ferris.
La ciudad cuenta con una pequeña pista de aterrizaje, de tierra, donde pueden aterrizar pequeñas avionetas, y que yo utilicé en el trayecto desde Managua a San Juan de Nicaragua.
La principal actividad del lugar es no desesperarse mientras se espera a que salga el bote al siguiente destino. También puedes pasar el tiempo intentando cambiar dinero a los coyotes, a la entrada del recinto portuario o preguntar en la oficina de turismo, dónde podrás encontrar información actualizada de horarios de pangas y el estado del río.
En mi estancia en la ciudad, mientras buscaba información para ir a Solentiname y los Guatuzos, me alojé en las Cabinas Leyko ($20-25), un lugar totalmente recomendable para pasar un día o dos. También me han hablado bien del Hostal Don Frank ($10-18), algo más económico y sencillo. Ambos están muy cerca del muelle y los autobuses.
Desde San Carlos es posible cruzar a Costa Rica, ya que hay una pequeña aduana, donde puedes sellar tu pasaporte para ir al puesto fronterizo de Los Chiles, en Costa Rica. El trayecto en barca es de unas 2 horas.

El pueblo de El Castillo, con la magnífica fortaleza española de la que toma el nombre, tiene fama de ser uno de los lugares más bonitos y limpios de toda Nicaragua.
Su remota localización, lejos del turismo habitual del pais, lo convierten en una pequeña joya que merece la pena descubrir. Los paisajes que el río te regala al navegarlo son de una belleza espectacular y sin duda compensarán la horas y paciencia que hay que tener para llegar hasta aquí.
Las pangas hacia el Castillo salen desde San Carlos, con bastante frecuencia y hay rápidas (1h) y lentas (3h). Los tickets se compran en una caseta junto a la verja de entrada al puerto.

El Castillo es una preciosidad, una sola calle principal llena de casitas de colores, que merece recorrerla con calma, disfrutando de sus coloridas casas mientras charlas con sus habitantes y respiras la tranquilidad que trasmite el lugar. Dedicad una tarde a caminar, y disfrutarla, no es demasiado grande pero merece la pena.
Durante mi estancia en El Castillo me alojé en el Ecolodge Luna del río, súper acogedor, con una terraza con vistas al río preciosas. También me han hablado muy bien del Hotel Lara´s Planet.
Fortaleza de la Inmaculada Concepción
La visita a la Fortaleza de la Inmaculada Concepción se convierte en una obligación, tanto por las vistas maravillosas que se tienen desde allí de todo el pueblo, con el ondulante río San Juan culebreando entre la selva, como por la historia que rezuma de cada una de las piedras de sus muros, que te susurran historias de piratas, sangre y ron.

En la visita está incluido un pequeño museo, donde podrás entender un poquito de la historia del lugar.
Reserva Indo Maíz
Otra de las actividades más buscadas en la zona son los Tours a la Reserva Indo Maíz, una de las mejor preservadas en Nicaragua. El Ministerio de Recursos Naturales (MARENA) no permite que la gente entre excepto desde aquí, a través del río Bartola y desde San Juan del Norte, a través del río Indio.
Para entrar a la reserva es necesaria ir acompañado por un guía y generalmente, se suele organizar desde El Castillo. Otra opción es contratar a uno de los guardias del MARENA, en la estación biológica, a la entrada de la reserva.
Se puede recorrer la reserva a través de dos senderos:
- Sendero Agua Fresca: Dentro del Refugio de Vida Silvestre Rio San Juan. 3h30m de caminata y 30 minutos de bote.
- Sendero Bartola: Dentro del Refugio de Vida Silvestre Río San Juan por un sendero de 2 kilómetros.
Hay multitud de otras actividades en la zona, visitar viejas minas de oro, excursiones a caballo, paseos en canoa por el río o salidas nocturnas para ver caimanes.
San Juan de Nicaragua, el final del río San Juan
San Juan de Nicaragua, antes conocida como San Juan del Norte, está justo en el sur este del país, rayando con Costa Rica y caribe nicaragüense.
Desde El Castillo hay pangas a San Juan de Nicaragua los martes y los viernes:
- Panga rápida, 4-5 horas de viaje.
Panga lenta, 9-10 h de viaje.
Navegar hasta San Juan de Nicaragua es una de las experiencias más increíbles y bonitas que se pueden realizar en Nicaragua. Ver pasara la vida en selva pura, sentir la humedad asfixiante, deleitarte con el verde en todos sus tonos, las pequeñas casitas de madera construidas sobre pilotes en las orillas, los niños jugando y bañándose en las orillas y el olor del rio llenando tus pulmones…
El paisaje desde la panga es espectacular. Nos vamos acercando a la zona del Caribe y se van viendo más palmeras cerca del rio. Al final del Río San Juan hay una laguna que lo conecta con el Rio Indio, puerta de entrada al territorio Miskitos.
Estamos en un lugar remoto del país, hay una gran mezcla de razas, desde criollos hasta indios rama (los pocos que aún quedan), y el color de la gente se va oscureciendo. No es un lugar turístico, muy pocos extranjeros se aventuran tan al sur del San Juan, por lo que en pocas horas vas a ser el centro de atracción de todo el mundo.
La oferta de alojamientos es bastante escasa, aunque lo que hay está bastante bien. Yo dormí en el Hostal Familiar,habitaciones enormes y buena comida. Solamente encontré 2 bares en la pequeña ciudad, pero suficientes para pasar algún rato compartiendo con la gente local. Aquí no hay cajeros, ni bancos, por lo que tendrás que venir con suficiente dinero en efectivo.
Desde San Juan de Nicaragua se pueden realizar bastantes actividades, si eres capaz de encontra a quien que te acompañe. Generalmente en tu alojamiento te orientarán.
Antiguos Cementerios de Greytown
Una escapada a los antiguos cementerios te trasladará al pasado, cuando San Juan (conocida entonces como Greytown) había experimentado un período de prosperidad. El cementerio está dividido por grupos sociales. El británico, el militar, el católico y el de los masones.
Los cuatro cementerios están cubiertos por maleza y plantas, pero todavía es posible ver muchas de sus tumbas en buen estado. Sin duda es una visita muy interesante.

Para llegar al cementerio hay que atravesar la pista de aterrizaje del aeropuerto, una barbaridad construida en mitad de la nada, que únicamente recibe 2 o 3 vuelos a la semana.

Reserva Indo Maíz
El segundo lugar permitido para acceder a la Reserva Indo Maíz es San Juan de Nicaragua. Cuando yo estuve era muy caro y difícil encontrar quién te llevara en una incursión en panga por el río Indo de varios días. Lo mejor es intentar contactar con los indios Rama, ya que son quienes mejor conocen la Reserva y la selva.
En mi caso, me conformé con una ruta en panga y a pie, partiendo desde San Juan, para adentrarnos en la selva durante unas horas.
Una simple caminata te dará una idea de la cantidad de vida y flora que puede llegar a albergar la reserva.
Pasear tranquilamente por el pueblo
En mi visita, tuve la suerte de que era festivo local, había una gran fiesta montada y pude disfrutar de los bailes, combates de boxeo y piñatas para los niños. La verdad es que se pueden montar muchas cosas con muy poquito dinero. Durante la exploración del pueblo también podrás acercarte a los asentamientos de los indios Rama, en una de las esquinas del pueblo.
Avistamiento de manatíes
Se puede atravesar el delta en panga y en cinco minutos llegar hasta la tranquila Laguna Azul, qué, a pesar de su nombre, tiene aguas de un color verde esmeralda. Si tienes suerte podrás ver manatíes allí.